La magia está en ti...
Manifiéstala y sé tú. Es el gran don que se nos ha otorgado en este plano... ve y compártelo". Seguido de una mutua sonrisa, un buen amigo y yo, terminábamos una charla.
Mientras él se alistaba, esperaba en una terraza; percibía unos sonidos externos: motores de automóviles, sirenas de ambulancia, el frote de las hojas de los árboles por el viento, incluso un agradable aroma a pan. La zona era muy transitada, lo que noté pese a ello, en el lugar donde estaba, esos sonidos apenas eran audibles.
Mi atención se desvió al seguir con la mirada una hoja que caía y reposaba en un espejo de agua de un estanque que formaba parte de la estancia. De ese contacto, se gestaron laxas ondas circulares en el agua; éstas se rompían al tocar las hojas de una hermosa flor de Loto.

Observé... fueron unos segundos donde sólo mi acción y la flor estaban presentes... sin pensamientos, sin escucha; mi respiración volvió, y en ese estado, comencé a entrelazar el simbolismo de la Flor Sagrada con anécdotas pasadas entre mi amigo y yo.
Su forma, tan sutil, etérea, emulando unos mantras gráficos y sus tonos, que invitaban a vestir algunas prendas en mí por esa maravillosa gama; incluso, visualice llevar una flor, la más pequeña, en la solapa de mi chaqueta. "Aunque ello implicaba cortar su tallo", pensé.
Un tallo lo suficientemente grande para emerger a la superficie mientras su raíz, descansa en el fondo... en total serenidad.
-"¿Cuántas veces se puede resurgir, Zadquiel?"
-"Las que se requieran; es parte de nuestra evolución, el constante aprendizaje. Nuestros actos nos transforman en mejores personas".
Así es como se veía esa noble creación ante mí: superando todo, hasta buscar la luz y flotar pacíficamente en el agua; sin importar el frío, a veces el abrasante reflejo del Sol. Después de todo, quizá las adversidades, son parte para su crecimiento hasta su culminación. Y en ese proceso, permanece ahí, hermosa, plena... siendo parte del entorno y cumpliendo su propósito en la vida.
Qué fortuna al poder ver en ella, similitudes entre las personas, al recordar a alguien de avanzada edad que aparentaba 20 años menos:
"Julián, la edad está en el ego; tu corazón sólo ama y comparte. Cada día es mi mantra. Y lo que en este momento percibes de mí, 'Sólo Es...'"
Así es Loto, longeva, pura y con una entereza; de hecho, recordaba que anteriormente había visto estos ejemplares en diversas circunstancias sin prestar senda atención, empero jamás, he visto una con sus pétalos y hojas secos.

El simbolismo en ella de manera integral, ser uno mismo y mantenerse en armonía con el resto, respetando, empatizando y siendo a la vez un todo.
La orientación de las hojas en elevada creciente, representando un nivel espiritual. Su color azul, con matices morados, me transmitió tranquilidad al notar que ambos tonos son como nuestros chakras superiores: comunicar... conocimiento... observar...
Eso hacía, observar y agradecer que a través de un regalo natural, voy entendiendo parte de mi proceso evolutivo. En el centro, un tono amarillo que en este momento, no tengo la palabra precisa para describir la intensidad: parecía una luz desde su origen, dónde sus pétalos confirmaban la extensión, y los pistilos, pequeños vados de luz que elongaban al infinito.

Noté algo en el centro, un punto rosa; averiguaba si era parte de las tonalidades o de algo específico de su composición...
-"¡Ave Fénix!"
-"Es hermosa, la vez pasada que..."
-"Siempre ha estado ahí..."
Su sonrisa hizo que de nuevo voltease a ella; no sólo es hermosa sino que también tiene su propio nombre. No fue necesario preguntar el tiempo que llevaba floreciendo, tampoco terminar por averiguar el porqué de ese rosa...
"Siempre ha estado ahí", ésa fue la respuesta al tono rosa en el centro: el amor, manifestado en diversas formas en este plano y que nosotros damos.
La intensidad al amarnos a nosotros mismos y expandiéndose cuando lo manifestamos hacia los demás.
-"Julián, ¿nos vamos?
A dos cuadras, hornean unos panes... ¡Los amarás!"

Sello Ocho potencializa tu magia: Cordelia Rosa Tornasol
Con un diseño único que al igual que Loto, es hermoso y adaptable a nuestro entorno. Sus dos asas, corta y extensa, van de acuerdo a tu propuesta que manifiestas cada día; no sólo en tus entornos laboral y social porque en tus instantes que decretas tomar un break en un lugar mágico como un bosque, colocas un cinturón y tu bolso lo llevas a la cintura.
Su diseño interior ofrece dos compartimentos para organizar tus objetos y amuletos. El cinturón puedes emplearlo por ejemplo, sobre tus pescadores favoritos ya que el tono al igual que el bolso, es ópticamente fabuloso: rosa tornasol. Ese matiz que manifiesta una sensación de calma al igual que una Flor Sagrada, su tono iridiscente resulta una experiencia única e irrepetible.
Junto a este accesorio, Sello Ocho te obsequia uno de cuatro cristales:
- Cuarzo Rosa
- Cuarzo Blanco
- Amatista
- Citrino

Cada uno con cualidades y energía de acuerdo con lo que te identificas.
¿Cuál escogería? El rosa; hay razones como las que comparto para que en este momento me incline por ese tono.
¿Que si me atrevería a usar el bolso? ¡Por supuesto!
Corrector de estilo / Maquillador
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