LOS GATOS Y LAS BRUJAS

LOS GATOS Y LAS BRUJAS

gatos

Querida tribu,

 ¿Cuántas veces hemos sentido conexiones con nuestras mascotas, pero en especial con nuestros gatos? En el post de hoy te queremos contar cómo es que estos animales han pasado de ser deidades hasta los mejores acompañantes de las mujeres. 


De dioses a reyes

En la cultura egipcia la imagen de los gatos era venerada a través de deidades femeninas ya que los gatos se relacionaban con la sexualidad, la justicia y la protección. Mafdet la diosa de la justicia tomaba una figura felina para ejecutar su sentencia, como los gatos que se comen a los roedores y a las serpientes en el ambiente doméstico. Después, estaba Bastet, la diosa que toma la imagen del gato como lo conocemos, atribuyéndole la imagen de la protectora del hogar. Una mujer que se transformaba en gato y que además cargaba a través de su movimiento la sexualidad y fertilidad femenina. 


En la mitología griega y romana está Diana como la diosa de la Luna asociada con la fertilidad, y tal y como Bastet, era capaz de convertirse en un gato. Hecate, la Diosa de las brujas que duerme en el inframundo y su fiel servidora es Galinthias, una mujer atrapada en el cuerpo de un felino, que le ayuda a cumplir su cometido. Freja, la Diosa nórdica de la creación y fertilidad, tiene a sus fieles mascotas, dos linces asociados con la creación y la sexualidad. Los gatos son los aliados o las diosas mismas que nos protegen y nos acompañan en nuestro proceso espiritual, pero que también se convierten en los reyes de nuestras casas. 


La era de las brujas

Para la era de las brujas, el cristianismo entra para satanizar a los gatos y relacionarlos con el diablo, ya que en la época de la peste bubónica, las mujeres que tenían compañeritos felinos, eran más capaces de sobrevivirla. Las imágenes de las Diosas se consideraban paganas y cualquier relación con ellas debería de ser eliminada. Sin embargo, las mujeres eran asociadas con los gatos por su conexión femenina, pero también con la idea misógina de una relación con las fuerzas del diablo al ver que eran mujeres inteligentes, sanadoras y miembros importantes de sus comunidades. Era la imagen de la bruja satanizada la que firma la sentencia de ser mujeres malas, pero que realmente eran las sabias y curanderas de las aldeas. 


Nuestros guías

La era de la bruja fue crucial para la asociación de los familiares en la brujería. Las religiones ortodoxas católicas y cristianas, creían que las brujas podían reencarnar 9 veces en forma de gato y sobrevivir cualquier desgracia que fuera puesta por Dios sobre nosotros. Estos familiares eran emisarios de satanás y una razón muy característica de denotar quiénes eran las brujas del pueblo, pero luego las creencias se modificaron y los adoptaron como espíritus familiares que nos acompañaban en nuestra práctica y camino espiritual. 


Las mujeres, tras su persecución, hemos abrazado el término de bruja y adaptado creencias por las que fuimos catalogadas. Los familiares, es el concepto de animales que nos guían y apoyan en nuestra práctica mágica. Tomando por ejemplo a las diosas y beneficiándonos de los efectos curativos que tienen los felinos o cualquier otro animalillo que nos haga sentir protegidas. 


Los gatitos tienen un campo energético que nos ayuda a transmutar energías. Son capaces de detectar energías negativas y de limpiar nuestros espacios cazando y ronroneando cerca de nosotros. 


Cuando compartimos la cama con ellos, se encargan de absorber la energía negativa y protegernos en nuestros sueños. Además, si eres una brujita que hace rituales caseros, si ellos se mantienen cerca de ti a la hora que los haces, te dan un extra punch energético para ahuyentar entidades negativas y que te beneficies de la suya. 


Deja que tu gato se convierta en tu familiar y aprovecha lo que hace por ti para mantener tus vibras elevadas. Y si no tienes un gato, a lo mejor es momento de que adoptes a uno y se convierta en tu pequeño Dios doméstico. 


 



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